

Dr. Gideon Fell
Es sin dudas el personaje estrella de Dickson Carr. Se sobreentiende esta valoración al transferirle a él todos los conocimientos adquiridos sobre la novela policial al haber leído, más que leído estudiado, a los maestros que le antecedieron en este género. Y hablamos de Doyle, Chesterton, Gastón Leroux, Poe y otros... hasta Kipling merece ser citado y analizado. De Kipling dice a través de su personaje... "Podremos parafrasear a Kipling del siguiente modo: “Hay sesenta y nueve maneras de construir una trama policíaca y cada una de ellas es buena”. Ahora bien; si yo dijera que cada una de ellas es igualmente interesante para mí, sería (para expresarlo tan urbanamente como sea posible) un mentiroso infame."
Del Dr. Gideon Fell se trata... Un viejo profesor de distintas materias que continua ligado a sus alumnos y centros académicos con sus disertaciones y charlas informales o formales... se dice ahora que está estudiando el hábito inglés de ingerir cerveza... de enorme corpachón y grandes y superpuestas papadas, de años indefinidos pero seguramente muchos y sirviéndose de dos bastones para caminar. Usa una capa negra con la cual se envuelve y un sombrero tejano y adorna su cara con un gran bigote. Su presencia casi siempre se halla semioculta por la nube de humo de sus puros fumados sin pausa uno tras otro y sus lentes se hallan asegurados a un fina cinta negra que sobresale por el costado de su rostro. Tal como imaginamos luego de esta descripción, es lento para moverse, en parte ocioso, ama su biblioteca y sus desvencijados sillones pues se han deshecho en las partes necesarias para darle a él mayor comodidad. La biblioteca es el espacio preferido dentro de su casa pues puede encerrarse y esconderse de su gruñona y curiosa esposa y más o menos hacer lo que le venga en gana...como por ejemplo gratificarse con alguna bebida o dormir sobre el escritorio, también recibir a sus amigos y saborear un exquisito ponche, circunstancias que le alegran sobremanera. Tiene hasta un pequeño laboratorio químico que referido por él mismo le ha servido para hacer montones de experimentos... "salvo prender fuego la casa". De viejo se ha convertido en un investigador aficionado pues es autodidacta aunque muy instruido y no es poca cosa... tiene al Inspector ahora ascendido a Comisario Hadley en un puño, nada menos que comisario del Criminal Investigation Departement, (CID). Podemos imaginar la gracia que puede causar a Hadley que este hombre esté metido siempre en las investigaciones más complejas, las monopolice, los tenga como secundones y a sabiendas que es un genio aguantar hasta el final de sus elucubraciones puesto que no da pistas hasta que él mismo no lo tiene todo resuelto...
Es conocido casi por todos puesto que ya se ha hecho una fama además de su historial académico, permitiéndole esta circunstancia lograr la mayoría de las veces, entrar en la confianza de los testigos de un crimen mientras cierran la boca ante Hadley... consigue avanzar gracias a sus contrastantes modales que destilan paciencia, sonrisas, buen humor con otros donde puede ser tan directo que sorprende o responder con gruñidos y golpes sobre la superficie que tiene más a mano. De cualquier forma avanza en su análisis hasta darle a Hadley el reo que tanto busca y también el mérito para su Departamento.
Sus conocimientos sobre el endiablado campo del crimen tipificado como realizado en «habitación herméticamente cerrada». le lleva incluso a disertar ante algunos testigos y el propio Comisario Hadley concediéndonos una verdadera clase sobre la materia expuesta en "El hombre hueco" cap. XVII. Este hombre sorprende por sus variados conocimientos sobre prácticamente cualquier tema.
Fuera de su eminente figura en el campo investigativo, poco sabemos del Dr. Fell.
Sabemos que se halla casado aunque no se nos da a conocer el nombre de su esposa, sólo que es gruñona, no alcanza a ordenar lo que su esposo desordena o rompe y comparte salidas y reuniones con las esposas de los amigos de Fell como por ejemplo mistress Hadley. Él es el protagonista de 23 novelas de misterio desde 1933 a 1967, así como un par de historias cortas. El Dr. Fell es un inglés que vive alternadamente en los suburbios de Londres o en el propio centro en Adelphi Terrace n.º 1 donde tiene la tan mentada biblioteca y su laboratorio; también se ha alojado en algún otro sitio como una casa de campo ubicada en la campiña inglesa, situada en la imaginaria localidad de Chatterham en el condado de Lincolnshire en Inglaterra, a 200 km de Londres.
Claro que al hablar de Fell obligatoriamente debemos incluir a Hadley del cual ya adelantamos su cargo y posición dentro de Scotland Yard. Es la contracara de Fell en el sentido que Hadley, hombre ya mayor y también de cuerpo rechoncho y pesado, es el clásico policía que busca simplificar la tarea investigativa, es de poca paciencia y también es sensible a las presiones mediáticas y corporativas del Departamento. Busca rápidamente culpables entre los sospechosos, claro que cuando éstos son complejos es Fell quien lo salva de hacer papelones y él lo aprecia aunque bajo protesta. Ya a esta altura puede decirse que Hadley es un buen amigo de Fell, sus esposas comparten salidas y ellos reuniones informales de esparcimiento aunque rápidamente se tornen en reuniones de trabajo... y de rompederos de cabeza.
Confieso que no he leído toda la serie de Fell por dos razones principales... no dispongo de la totalidad de sus libros y luego por ser un tanto densa su lectura.
Quizás mi forma de procesar la lectura de una novela policial se asemeje más a Bosch que a Fell y es sólo mi gusto. Me encanta terminar un libro en unos pocos días recordando casi toda la trama incluso pormenores para luego volver sobre algún punto específico y pasar de inmediato a otro libro. No lo logro con Fell pues su avance entre las intrigas y acertijos se desarrolla lentamente y avanzar velozmente significa no entenderlo o saltearse temas. ¿Qué quiero decir al final?... no es que me disguste, llenarse la cabeza de acertijos a veces es apasionante y de hecho su libro "El hombre hueco" me ha gustado muchísimo aunque debí darle un mayor tiempo de lectura. Seguramente para los amantes de este tipo de policial es totalmente recomendable y me atrevo a afirmar que es por lejos lo mejor en su género. Cada tantos meses me atrevo a un nuevo título de Fell, lo sufro pero al terminarlo siento que he leído un buen libro.
SERIE
Nido de brujas / El rincón de la bruja (Hag's Nook, 1932)
El sombrerero loco (The Mad Hatter Mystery, 1933)
El ocho de espadas (The Eight of Swords, 1934)
El barbero ciego (The Blind Barber, 1934)
El reloj de la muerte (Death-Watch, 1935)
El hombre hueco (The Three Coffins / The Hollow Man, 1935)
El crimen de las mil y una noches (The Arabian Nights Murder, 1936)
Noche de brujas (The Crooked Hinge, 1938)
El brazalete romano / Despertar al muerto (To Wake the Dead, 1938)
Las gafas negras/Los anteojos negros (The Black Spectacles/The Problem of the Green Capsule, 1939)
La jaula mortal (The Problem of the Wire Cage, 1939)
The Man Who Could Not Shudder, 1940
El caso de los suicidios constantes (The Case of the Constant Suicides, 1941)
La sede de la soberbia (Death Turns the Tables / The Seat of the Scornful, 1941)
Hasta que la muerte nos separe ('Til Death Do Us Part, 1944)
El que susurra (He Who Whispers, 1946)
La esfinge durmiente (The Sleeping Sphinx, 1947)
Oscura sospecha (Below Suspicion, 1949)
La llamada del muerto (The Dead Man's Knock, 1958)
Pese al trueno (In Spite of Thunder, 1960)
La casa de El Codo de Satán / El codo de Satanás (The House at Satan's Elbow, 1965)
La muerte acude al teatro (Panic in Box C, 1966)
Oscuridad en la luna (Dark of the Moon, 1967)
Fell and Foul Play, 1991
SINOPSIS
NIDO DE BRUJAS
“Los Starberth mueren con el cuello quebrado”, era la curiosa leyenda que circulaba en Lincolnshire, donde la prisión de Chatterham, abandonada durante cien años, guardó sus secretos de muerte y terror desde los días en que las hechiceras eran colgadas en el “Nido de Brujas”. Scotland Yard interviene cuando Martín Starberth es asesinado. Alrededor de su muerte se tejen mil enigmas. ¿Cuál era el secreto de la caja de hierro? ¿Por qué adelantaban diez minutos los relojes de la residencia de los Starberth? ¿Dónde estaba la bicicleta verde y su guía espectral? Estos y muchos otros problemas son resueltos, no por Scotland Yard, sino por el genial profesor, el viejo doctor Fell.
EL SOMBRERO LOCO
Los periódicos calificaron al ladrón como el "Sombrerero Loco" y sus extravagantes travesuras divirtieron todo Londres. pero la risa se convirtió en horror cuando un cadáver con una ballesta en el corazón fue encontrado en la Torre de Londres con un sombrero de copa.
Como descubriría el Dr. Gideon Fell, todo el caso versó sobre el tema de los sombreros, de hecho, amenazó con convertirse en una pesadilla de sombreros. Pera la víctima no era otro que el sobrino de Sir William Bitton, vestido con un traje de golf y con el sombrero robado de la ópera de Sir William. Y atar a Sir William a su sobrino asesinado con un hilo escarlata era un relato del manuscrito robado completamente desconocido que se decía obra de Edgar Allan Poe.
En una historia tan cargada de amenazas como la Puerta del Traidor, el corpulento doctor Fell desenreda un crimen único incluso por sus estándares de lo extraño.
EL OCHO DE ESPADAS
Mr. Septimus Depping es encontrado muerto en su casa de campo en Gloucestershire, de un tiro efectuado con su propia arma y sosteniendo una carta de la baraja de Tarot, el ocho de espadas, que significa «la justicia que condena». Entre los presentes se encuentran, un obispo anglicano que es un experto en criminología, y ve a criminales buscados en todos los lugares; Henry Morgan, un escritor de novelas de misterio. Mr. Depping resulta haber sido un criminal procedente de Estados Unidos, y Gideon Fell, debe penetrar en los secretos de sus antiguos socios estadounidenses, así como en su actual vida británica de jubilado con el fin de descubrir al asesino.
EL BARBERO CIEGO
El colchón de la litera estaba empapado de sangre.
La antigua navaja de afeitar estaba cerrada.
Pero ha sido usado recientemente. Estaba manchado con sangre.
Una voz rompió la terrible quietud en el camarote: "¡El barbero ciego ha estado aquí esta noche!"
En un crucero atlántico del buen barco Queen Victoria, un asesino vicioso está suelto, y cuatro notorios personajes están empeñados en capturarlo. El Dr. Gideon Fell pronto se encuentra en la barbería por desventura cuando entra en una comedia de terrores que cuenta con un rollo de película comprometedora, un elefante esmeralda y una maquinilla mortal, asesinato por puro acto de maldad.Un caos absoluto nos trae un poco de comedia.
EL RELOJ DE LA MUERTE
Johannus Carver, relojero aficionado, tenía extraños huéspedes en su casa de Lincoln’s Inn Fields. Al terminar la fabricación de un gran reloj de acero para la casa de campo de sir Edwin Pacell alguien robó las agujas. A la noche siguiente el largo y poderoso minutero apareció clavado en el cuerpo de un desconocido. Identificado el cadáver, inmediatamente recayeron sospechas sobre cada uno de los moradores de la casa.
El doctor Fell, sagaz detective, desenreda paciente y hábilmente la madeja que lleva al descubrimiento del asesino.
EL HOMBRE HUECO
En «El hombre hueco» de John Dickson Carr, una de las mejores novelas policiacas que se han escrito, un personaje identifica al género policial con la magia y pasa a describir cómo puede hacerse desaparecer a una persona, al aire libre, sin los trucos a los que recurren los profesionales en el teatro: a un campo abierto llega un jinete ataviado llamativamente y acompañado de un grupo de ayudantes a pie uniformados como pajes; éstos, en un momento, forman un círculo alrededor del caballero quien, cuando se separan, ha desaparecido. La ejecución es muy simple: el traje del caballero es de papel y, al cubrirlo sus ayudantes, se lo quita, lo dobla y lo esconde en sus ropas que son el mismo uniforme de los demás, a los que se une. Así se «desvanece en el aire» ante los espectadores. Éstos, comenta Carr, no alabarían el ingenio del truco sino que se sentirían «defraudados» de saberlo, sensación parecida a la que experimentan algunos lectores cuando en el capítulo final se da la solución a un problema embrollado.
El profesor Charles Grimaud se encontraba en una taberna contando a unos amigos qué había de cierto detrás de la antigua superstición que hablaba de hombres saliendo de sus ataúdes. En ese momento un desconocido ingresó a la taberna y cuestionó el escepticismo del profesor…?
EL CRIMEN DE LAS MIL Y UNA NOCHES
"... Y luego me dijo: 'Tú lo mataste, y te ahorcarás, mi buen impostor. Te vi en el carruaje'. Y con eso, vino hacia mí con ambas manos".
Así, el sargento de la policía concluyó su relato de cómo el hombre alto, delgado y viejo con sombrero, levita y bigotes blancos lo atacó. En ese momento, el sargento caminaba junto a la pared del Museo Wade. ¿Pero quién era este viejo? ¿Qué sabía él sobre el cuerpo del actor descubierto apuñalado en el autobús de un museo? ¿Y el ataúd realmente contenía la momia de la esposa de Haroun al Raschid?
Tres investigadores intentan resolver este caso tan extraño. Pero es el Dr. Gideon Fell, vasto y genial, con su mentón, su sonrisa, y su infalible sentido de la pista importante, quien derrota el misterio.
NOCHE DE BRUJAS
Situada en una finca en Kent, esta historia inquiere acerca de quién es Sir John Farnsleigh. Y tal es la sinuosa escritura de Carr que te mantiene adivinando y cambiando de opinión, casi hasta el final. La solución como una cebolla, revela muchas situaciones ocultas dentro de las propias situaciones. Es un desafío divertido y un rompecabezas satisfactorio para tratar de resolver. El Dr. Fell está más presente en la trama de lo que ha estado en libros anteriores, aunque no alcanza a ser el protagonista central, rol perteneciente a los detectives como en la mayoría de las otras series.
EL BRAZALETE ROMANO / DESPERTAR AL MUERTO
El joven y millonario Christopher Kent ha hecho una apuesta: que no puede trasladarse desde Sudáfrica hasta Inglaterra sin recurrir a su propia cuenta bancaria. Faltando menos de veinticuatro horas para poder revelarse y ganar la apuesta, Kent llega a un hotel de Londres que conoce, con la esperanza de birlar graciosamente una comida, solo para encontrarse atrapado en una habitación con un baúl medio abierto y el cuerpo muerto de una mujer
LAS GAFAS NEGRAS
Bellergade ha dejado de ser sinónimo de residencia honorable. Al haber trascendido que la joven Marjorie pudiera estar implicada en el crimen de un menor, se suceden una serie de muertes, todas por envenenamiento. Pero la de Marcus Chesney es la más alarmante, ya que ocurre durante un experimento público con el que la víctima pensaba probar lo engañosas que pueden resultar las evidencias…
Convertida en un clásico de la novela policial, «Los anteojos negros» (tambien publicada como «Los espejuelos oscuros»), somete al lector a una rigurosa lectura que no deja nada librado al azar.
LA JAULA MORTAL
El cadáver de Frank Dorrance se descubre en el centro de una cancha de tenis y el Dr. Gideon Fell busca al asesino.
THE MAN WHO COULD NOT SHUDDER
¡No creían en fantasmas! ¡Qué sucede cuando seis personas racionales son invitadas a Longwood House y una de ellas es asesinada por un arma que sale disparada del muro y se cuelga en el aire! Solo el Dr. Fell puede resolver el desconcertante problema de quién disparó al hombre que no podía estremecerse, ¡y lo que encuentra le hace destruir la evidencia!
EL CASO DE LOS SUICIDIOS CONSTANTES
El caso de los suicidios constantes de John Dickson Carr: John Dickson Carr, o Carter Dickson, nacido en Estados Unidos en 1905 cultiva la novela policíaca de estilo inglés. En el caso de los suicidios constantes, el investigador Gideon Fell —uno de los protagonistas de las novelas de Carr— se enfrenta con el tradicional problema del recinto cerrado, en este caso en la mansión de una vieja familia escocesa.
LA SEDE DE LA SOBERBIA
El asesino no ignoraba que es imposible un crimen perfecto. Sabía que un criminal no fracasa por la imperfección de sus planes o por la perspicacia de la policía. Siempre lo derrota el azar: las infinitas y pequeñas casualidades que lo acechan a cada paso. Alguien se asoma a una ventana. Alguien se fija en un diente de oro o recuerda una melodía. Este hombre no ignoraba que el crimen más simple es el mejor; el que ofrece menos posibilidades a la policía y al azar. En efecto, el crimen que cometió fue casi indescifrable. Hubo, sin embargo, en la tierra un hombre capaz de descifrarlo; el doctor Gideon Fell, esa curiosa combinación de Samuel Johnson y de Chesterton.
HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE
Con este drama en la campiña inglesa, con este crimen imposible y tremebundo, John Dickson Carr (o Carter Dickson) crea otra obra maestra de lo absurdo, del crimen de otro mundo, del asesinato sin homicida. Aquí somos testigos de una misteriosa disrupción en la vida de Dick Markham, cuando se entera que su prometida no es quien aparenta, el revelador recibe accidentalmente un tiro, y tampoco resulta ser quien aparenta, hasta que al final no resulta estar vivo a la mañana siguiente. Los dilemas se instalan de forma casi continua, sobre todo al encontrarse el muerto en un cuarto cerrado por dentro, pero al mismo tiempo, víctima de un poderoso somnífero que habría imposibilitado su suicidio.
Ante tantas variopintas complicaciones entra en escena el gigantesco y sesudo Dr. Gideon Fell, quien con su sapiencia logra echar luces sobre este embrollo, que llega a una conclusión inesperada y sumamente dramática.
EL QUE SUSURRA
«El que susurra» (He Who Whispers) es una novela de vampiros del escritor norteamericano John Dickson Carr, publicada en 1946. El que susurra mezcla dos géneros en apariencia irreconciliables: el cuento de vampiros y el relato de detectives. John Dickson Carr inicia su novela narrando un crimen aberrante, que indica un origen sobrenatural, quizás un vampiro que recorre la ciudad al amparo de la noche, para luego desentrañar el misterio y echar una luz racional sobre los móviles del crimen, menos relacionados con el vampirismo que con los ejemplos habituales de una psiquis perturbada.
LA ESFINGE DURMIENTE
Thorley dijo: "¿Qué diablos estás haciendo?"
Le dije: "Hiciste esto. La mataste ..."
De repente su mano izquierda se movió hacia atrás, y la golpeó contra su correa de afeitar colgada en la pared junto al lavabo.
Y yo dije: "Continúa. Golpéame con esa correa tal como lo hiciste con Margot. Pero no lo tomaré mansamente, como Margot. Será mejor que lo entiendas".
OSCURA SOSPECHA
La muchacha se llama Joyce Ellis, es sospechosa de envenenamiento y está en la cárcel. La van a acusar de asesinato. Se trata de una hermosísima joven de lo más atractiva que, naturalmente, impresiona al abogado Patrick Butler. Ni por lo más remoto puede éste creer que aquella preciosidad haya podido cometer un crimen. A Patrick Butler unos le llaman «ese maldito irlandés» y otros «el gran defensor». Y aquí se muestra a la altura de ambas denominaciones, salvando a Joyce Ellis de la condena. Pero luego se desencadena una sLa llamada del muerto.
Un culto aterrador de los adoradores del demonio hace que el asesinato sea parte de su ritual malvado. Un arrogante abogado cínicamente defiende a una mujer de la que está seguro es culpable y se abstiene de defender a una que sabe que es inocente. Aquí hay una historia escalofriante de horror y brutalidad narrada en la pesada atmósfera de las capillas del diablo llenas de marihuana.
LA LLAMADA DEL MUERTO
Detrás de una máscara de muerte chillona de violencia congelada se encuentran las respuestas.
Este conocido autor de novelas detectivescas, que nuestra colección se complace hoy en ofrecer a sus lectores, es el creador del personaje Dr. Gedeón Fell.
El Dr. Fell es invitado por el director del Queen’s College para investigar un extraño suceso. Tras la puerta del gimnasio cerrada por dentro encuentran el cadáver de Rosa, con un puñal clavado en el pecho. ¿Quién era ella? ¿De dónde había venido? Nadie estaba seguro. Pero todos estaban de acuerdo en que Rose Lestrange venía de una racha mórbida, una atmósfera indefinible de maldad y depravación. Se había metido en los asuntos de otras personas, jugado con los maridos de otras mujeres, se había reído de los tormentos ajenos. Pero, ¿cuáles eran los secretos de Rose Lestrange? Las autoridades, tras los interrogatorios de rigor, determinan que ha sido suicidio; pero los profesores saben que se trata de un crimen, aunque para el buen nombre de la escuela no quieren divulgar el secreto.
Mark Ruthven, profesor de Literatura Inglesa de la Institución, ha notado que el método de cometer un crimen y dejar la puerta cerrada por dentro, está claramente explicado en uno de sus libros de la biblioteca, de mano de un escritor victoriano sobre el cual él escribe una biografía.?
PESE AL TRUENO
Una muerte común se trueca, con el correr de los años, en una muerte extraña. Alguien ha cometido un crimen con un arma invisible. Ginebra, la tranquila ciudad de Calvino, pierde mucha de su tranquilidad cuando la amenaza se extiende desde un nigth club hasta una lujosa residencia.
El incansable y metódico doctor Gideon Fell resuelve el aparentemente insoluble problema, del cual se dan al lector todas las claves como un desafío para hallar la solución, que sólo aparece en la última página.
LA CASA DE EL CODO DE SATÁN
Fantasmas, o por lo menos un supuesto fantasma, un nuevo testamento, mujeres misteriosas, mujeres de carne y hueso que aparecen y desaparecen como si nunca hubieran existido: todo esto ocurre en la casa en El Codo de Satanás, adonde llega, a requerimiento de su amigo Nicholas Barclay, Garret Anderson, un historiador que ha adquirido fama en Broadway con una comedia musical, Nicholas le anuncia que el día siguiente será un día importante. Además de importante resultó un día aterrador.
John Dickson Carr ha compuesto otro fascinante enigma, completo, con ventanas cerradas, disparos de revólver y un problema digno del Doctor Gideon Fell.
LA MUERTE ACUDE AL TEATRO
No es la primera vez que la muerte visita el teatro de La Máscara. Años atrás también irrumpió en aquel escenario para cumplir una de sus macabras misiones. Entonces, como ahora, la obra era «Romeo y Julieta». Esta vez, la muerte ha sido más audaz. El asesinato se perpetra ante la compañía en pleno, durante un ensayo. El homicida, sin embargo, ha cometido un error: no contar con que, además de los actores, también está allí el doctor Gideon Fell, especialista en resolver misterios criminales.
OSCURIDAD EN LA LUNA
Cuando el Dr. Gideon Fell se encuentra en una fiesta donde los invitados se encuentran en un estado de profunda agitación, todas las facultades de su genio de detective entran en juego. ¿Por qué el anfitrión del partido, el aristócrata sureño Henry Maynard, es tan críptico acerca de los extraños sucesos en la mansión? ¿Y cómo se relaciona el robo del espantapájaros con un asesinato diabólico e ingenioso?
FELL AND FOUL PLAY
El mundo del Dr. Gideon Fell detective
* Una mujer es apuñalada en una torre cerrada.
* Un hombre es golpeado en una habitación con sus ventanas cerradas y su puerta guardada.
* En medio de una sesión de espiritismo, un médium es asesinado, tal vez por manos fantasmales.
* Un hombre es asesinado mientras roba su propia casa.
* El cuerpo de una mujer estrangulada se encuentra en una playa. El cadáver está rodeado de arena sin marcar.
Extraños asesinatos, habitaciones cerradas, crímenes imposibles. Estos son los casos del Dr. Gideon Fell, el detective chestertoniano de John Dickson Carr. Aquí, por primera vez, toda la ficción de Carr sobre su gran detective se reúne en un solo volumen que incluye dos obras de radio en tiempo de guerra inéditas. Además, este libro contiene seis clásicos del crimen de Carrian característicamente ingeniosos. Uno, un misterio histórico en el que un espadachín revela un pasado extraño, mi demostración es desconocida incluso para algunos de los seguidores más devotos del autor. En los otros, un hombre es pagado para cometer un asesinato legal; un misterioso estadounidense interviene en un asesinato en Francia; un juez recibe un disparo con una bala de un arma diferente; un cuchillo se desvanece en el aire; y una mujer moribunda envía un mensaje críptico a la vida.
PELÍCULAS Y SERIES DE TV DE GIDEON FELL
Los suicidios constantes, 1961. Argentina. Serie de TV. Director: Eduardo Celasco. Intérprete: Walter Vidarte (Fell)
Tre colpi di fucile, 1982. Película para TV. Italia.