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Ancla 1
Importante personaje
Los personajes de Un mundo de novela

Detective Philip Marlowe

Un verdadero ícono del investigador hollywoodense del cual abrevaron decenas de escritores tanto para copiar su estilo así como para diferenciase. El cigarrillo en la boca, la copa de whisky, su honradez e idealismo, son marca registrada de este gigantesco personaje. No fue el primero, pero seguramente el que impuso la características.
Creado por Raymond Chandler en sus novelas, incluyendo El sueño eterno y El largo adiós. Marlowe apareció inicialmente en una historia corta, llamada «Finger Man» («El confidente»), publicada en 1934. En esta aparición, sin embargo, Chandler no había desarrollado aún las características que se convertirían en su marca personal, y es difícil distinguirlo de otros personajes de Chandler, como John Dalmas o Carmady. Posteriormente, como se ve en sus siguientes novelas, Marlowe vive en Los Ángeles, mientras que en Finger Man habitaba en la ficticia ciudad de San Angelo.
Marlowe es un personaje típico de la novela estadounidense de detectives, iniciada por Dashiell Hammett y la revista Black Mask en la década de los 1920, donde los detectives privados eran observadores pesimistas y cínicos de una sociedad corrupta, aunque tanto Marlowe como otro duro detective, el Sam Spade de Hammett, persisten en su deslustrado idealismo. Marlow asume desde el principio el estilo que va desde un Philip Marlowe violento a complaciente, pausado y sarcástico que vuelve en violentos a sus contrincantes ya sean éstos policías, clientes o mafiosos, solitario en extremo sólo acompañado por whisky, tabaco y sus embrollos.
Sus compañías cuando decide aclarar su mente y descansar de sus conflictos en su casa u oficina son una copa de Bourbon Old Taylor, whisky originario del Estado de Kentucky, una partida de ajedrez de revista en busca de soluciones alternativas y unas bocanadas a su pipa.
Pronto se destaca de sus compañeros y antecesores y se convierte en ícono de esta profesión fácilmente advertible en la rápida percepción que el público, fans o no de sus historias, tiene de su nombre y como es utilizado referencialmente por otros escritores actuales como modelo ya sea de manera positiva o negativa, tal como lo hace Sara Paretsky entre otros.
La narrativa en primera persona, la detallada descripción de entornos y personajes, algunos extraños a los que con su voz en off ridiculiza mordazmente, nos retraen a la ciudad de Los Ángeles de los años 40 con un inmejorable anfitrión, Philip Marlowe.
Tenía ojos color café y pelo castaño oscuro que, en su madurez, encaneció ligeramente. Medía 1,84 de altura y era corpulento. Hacia finales de marzo o principios de abril de 1939 (cuando tenía 37 años) pesaba cerca de 90 kilos, diez más que su peso promedio, tal vez por el exceso de bebida o por la vida sedentaria: solía practicar algo de gimnasia y de boxeo pero, con los años, cada vez menos. A partir de 1947, cuando cumplió 45 años, comenzó a mentir su edad (más por necesidad profesional que por coquetería). En 1952, por ejemplo, confesaba 42. Entonces pesaba 87 kg. Dos años después pesaría 84 kg. Algo lo consumía por dentro.
Aunque no se conserven fotografías de Philip Marlowe (muchos pretendieron hacerse pasar por él), sabemos que sus rasgos no dejaban adivinar a un policía. Según sus propias palabras, la Sra. Grayle le habría dicho a fines de la década del treinta: “Es usted demasiado buen mozo para dedicarse a esa clase de faenas”. Era, en efecto, “buen mozo”, en el estilo de Cary Grant (parecido referido por Raymond Chandler) y muy consciente de su atractivo. En 1952, no sin ironía, le preguntó a un policía: “¿Quiere decir que porque soy alto, moreno y guapo alguien podría contemplarme?”, y hacia 1957 llegó a decir: “Si llego a quedarme un poco más me habría enamorado de mí mismo”.
Gustaba de manejar categorías psiquiátricas y psicoanalíticas en su caracterización de las personas, si bien desconfiaba profundamente de los médicos. En última instancia, sólo había personas que le gustaban o que le desagradaban moralmente, pero nunca consiguió sostener una relación que no lo dañara o que no considerara una invasión de su mórbida tendencia a la desdicha.
Cuando ya nadie esperaba una claudicación semejante, se casó en 1958 con una rica heredera, Linda Potter, cuya hermana había sido brutalmente asesinada. Pero no estaba hecho para eso y el matrimonio no tuvo final feliz. Aunque las razones, queda dicho, eran un poco más complejas, en 1939 confesó: “Estoy soltero porque no me gustan las esposas de policías”.
Tortuoso, solitario, endurecido a fuerza de voluntad, no tenía amigos porque no le gustaba hablar de sí mismo ni de sus problemas. El único hombre que consiguió sostener una relación profundamente afectiva con él estaba también muy al borde y Marlowe terminó apartándose de él en 1952, harto de sus dobleces.
Fue, en suma, un individuo de clase media dominado por “la misma esperanza siempre frustrada de una vida fácil”. Pero esa vida fácil, que pudo inclinarlo hacia el delito (como a muchos de aquellos con quienes se cruzaba) o llevarlo a ser un zángano (como a su ocasional amigo Terry Lennox), en el fondo lo repugnaba por su ausencia de moral."
Pese a todo, Chandler tenía un actor que encarnaba para él a Marlowe, y de ello dejó constancia (Raymond Chandler, Cartas y escritos inéditos, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1976):
- "Si alguna vez hubiese tenido la oportunidad de elegir a un actor de cine que representara mejor la imagen que yo tengo de él, creo que tendría que haber sido Cary Grant ..."
Como ya expresé anteriormente, Philip Marlowe es un ícono del investigador privado a los que muchos escritores referenciaron al crear sus propios personajes. Si te gusta la novela negra y las labores de los detectives privados no debes obviar a Philip Marlowe. Sus historias nos cuentan crímenes y excesos abordados por un investigador idealista, incorruptible a veces ingenuo y con su vida personal en emergencia constante pero sumamente sagaz y profesional en su trabajo. Sus historias perfectamente narradas por Chandler son más que interesantes y al respecto del estereotipo que muchos critican o lo dejan caer despectivamente, hoy al pretender dar más humanidad y frescura a los nuevos personajes, al final llegan todos a los mismos lugares comunes a la mayoría de los investigadores privados (dije mayoría, no todos) a saber, idealismo, quijotes ante la injusticia, soledad, sacrificio y riesgos innecesarios salvo para sostener su ego y conciencia a buen resguardo. Por eso Philip Marlowe desde la década de los 30 hasta hoy es el Rey de los detectives privados.

Cabecera


SERIE
Finger Man (Finger Man, 1934), relato corto
El sueño eterno (The Big Sleep, 1939)
Adiós, muñeca (Farewell, My Lovely, 1940)
La ventana alta (The High Window, 1942)
La dama del lago (The Lady in the Lake 1943)
La hermana pequeña (The Little Sister, 1949)
El largo adiós (The Long Goodbye, 1953)
Playback (Playback, 1958)
La historia de Poodle Springs (Poodle Springs, 1959) (completada por Robert B. Parker en 1989)
The Pencil / Marlowe Takes on the Syndicate (The Pencil, 1961). Relato corto
Perchance to Dream (Perchance to Dream, 1991) (Robert B. Parker)

OTROS LIBROS
Raymond Chandler's Philip Marlowe: A Centenary Celebration (1988) (colección de relatos de Marlowe por otros autores, ed. Byron Preiss)


SINOPSIS

FINGER MAN
En el título "Finger Man" tenemos un detective privado que habla y actúa como el Philip Marlowe de Chandler, y en ediciones posteriores incluso se renombra como Marlowe. Este personaje proporciona evidencia sobre un gángster, y luego es contratado por un amigo de dudoso andar con un sistema para hacer saltar la banca de la ruleta del gángster en cuestión. El impacto de esta historia es creado por la economía de palabras de Chandler, un rasgo que no se encuentra a menudo en los pulps, donde a los escritores se les pagaba por ser prolijos, donde mientras más palabras escribían, más ocultaban la terrible Depresión de la década del 30. Aquí hay una línea breve, una breve descripción y, de repente, Chandler crea atmósfera respirable y respira letras y más letras. A medida que lees la historia, tienes una sensación de déjà vu, no es sorprendente, cuando entiendes que los elementos de la historia se incorporaron más tarde en "The Big Sleep", pero es el mejor destino que podría tener esta historia, la más útil.

EL SUEÑO ETERNO
Un chantaje a una mujer por deudas de juego, el marido de la hermana de esa mujer que se fuga con la esposa de un gánster, un asesinato en el que todo parece estar claro pero, en realidad nada lo está… Chandler en estado puro en la novela en la que presentó a su personaje emblemático: El detective Philip Marlowe.
Esta novela inspiró la producción cinematográfica del mismo nombre (1946), protagonizada por Humphrey Bogart y Lauren Bacall, y dirigida por Howard Hawks (Michael Winner hizo un remake en 1978, Detective privado, protagonizado por Robert Mitchum y Sarah Miles).

ADIÓS MUÑECA
Considerada por algunos críticos como la mejor novela de Raymond Chandler, la indagación en la corrupción que aborda Adiós muñeca supuso un paso más para el autor en su personal interpretación de las convenciones del género negro. Si en El sueño eterno era un caso de chantaje el que servía de urdimbre para la acción de Philip Marlowe, en Adiós, muñeca será la búsqueda que emprende, tras salir de la cárcel, de su «pequeña Velma» el singular gigante Moose Malloy, la que desencadene un siniestro recorrido que desenmascara los resortes del poder en una ciudad en la que «las leyes se hacen para los que pagan».

LA VENTANA ALTA
En La ventana alta (1942), la tercera novela de Raymond Chandler, Marlowe demuestra que no existen los casos sencillos y que detrás de una investigación rutinaria suelen esconderse las pasiones humanas más siniestras. Elizabeth Bright Murdock, una adinerada y áspera viuda, contrata a Marlowe para que encuentre su doblón Brasher, una moneda rara y muy valiosa que ha sido robada. Marlowe deberá resolver un rompecabezas cuyas piezas no parecen tener relación, mientras se suceden los asesinatos relacionados con un asesinato que fue silenciado durante muchos años.
«Marlowe es un sir Galahad con ropajes del siglo XX… un hombre capaz de enfrentarse a los peores elementos de un mundo despiadado. Llamémosle religión (o idealismo), pero con unos buenos puños e incluso una pistola como defensa». Patricia Highsmith.

LA DAMA DEL LAGO
El personaje de Philip Marlowe es una de las creaciones más extraordinarias del género policíaco; sólo por ese hallazgo hubiera logrado ya Raymond Chandler un lugar de primera fila en la novelística contemporánea. La historia de La dama del lago comienza al descubrir el popular detective el cadáver de una mujer mientras trata de averiguar el paradero de la esposa de un hombre de negocios.

LA HERMANA PEQUEÑA
«Era una muchachita menuda, pulcra, de aspecto bastante relamido, con pelo castaño liso y muy repeinado […]. No llevaba maquillaje, ni pintura de labios ni joyas. Las gafas sin montura le daban un aire de bibliotecaria». Tal es Orfamay Quest, la hermana menor que, sorprendentemente, introducirá a Philip Marlowe en uno de los casos más complicados de su carrera. Publicada en 1949, la novela, esperada con expectación desde que seis años antes apareciera «La dama del lago», refleja en parte el glamour y las miserias de Hollywood que Raymond Chandler había tenido ocasión de conocer con motivo de su acceso al mundo del cine en los años anteriores. La acción trepidante en que se ve envuelto el detective está matizada aquí por un Marlowe más crepuscular, con el que Chandler perseveró en su empeño de dar plena dimensión literaria al género negro.

EL LARGO ADIÓS
Philip Marlowe establece amistad con un peculiar personaje, Terry Lennox, al que una madrugada ayuda a salir del país hacia México para descubrir a la mañana siguiente que es sospechoso de asesinar a su esposa y que el propio Marlowe puede ser acusado de complicidad. El suicidio de Lennox en Otatoclán y su carta de confesión, sumados a la influencia del padre de la asesinada, el millonario Harlan Potter (interesado en echar tierra sobre el escándalo), cierran el caso.
A pesar de las presiones adversas de un gángster amigo del difunto, el detective sigue indagando. Dicha investigación se verá mezclada con otro caso para el que Marlowe es contratado: la localización de un escritor desaparecido, Roger Wade, al que andan buscando tanto su mujer Eileen como su editor, Howard Spencer. Cuanto más indague, mayores serán las sombras que encuentre en el pasado de su amigo, Terry Lennox, del que descubre lo poco que en realidad conocía.

PLAYBACK
Publicada en 1958, Playback constituye la última aparición en escena del imprescindible Philip Marlowe. Contratado a través de un abogado para seguir a una chica absuelta del cargo de asesinato de su marido alcohólico, el detective se ve envuelto en una trama de chantajes y crímenes frente a la cual reacciona obedeciendo a sus intransferibles convicciones morales. Novela de madurez, llena de vitalidad y humor, en ella Raymond Chandler traza, no obstante, el dibujo de un Marlowe más distendido y ya de vuelta, que asiste al teatro de las pasiones humanas con un espíritu más ligero, en el que el pesar y la acritud dejan espacio al distanciamiento irónico y a la indulgencia.

LA HISTORIA DE POODLE SPRINGS
Marlowe ha caído en una de las más extrañas situaciones de su vida: el matrimonio. El solitario detective se ha casado con una rica heredera y radicado en la elegante Poodle Springs. Pero el lujo no consigue hacer mella en el cinismo de Marlowe ni en su vocación de buscar problemas. En pocas horas tiene roces con la policía y es contratado para cobrar una deuda de juego. Pronto descubre el lado oscuro de Poodle Springs, donde la codicia, la lujuria y la desesperación llevan a hombres y mujeres a vivir vidas secretas, e incluso, al asesinato.
Cuando Raymond Chandler murió en 1959 dejó escritos varios capítulos de un thriller protagonizado por su legendario personaje Philip Marlowe. Treinta años después, el libro de Chandler apareció gracias a la colaboración de uno de los grandes escritores policiales actuales, Robert B. Parker, genuino intérprete de la mejor tradición del autor.

THE PENCIL
Marlowe es contratado por Ikky Rothstein, un mafioso de bajo rango que ha sido señalado para ser ejecutado y busca escapar. Al contar con la ayuda de su amiga Anne Riordan, Marlowe logra mantener a dos sicarios fuera del camino de Ikky, pero luego encuentra a otro hombre identificado como Rothstein y él mismo termina siendo otro blanco de la cacería.

PERCHANCE TO DREAM
La familia Sternwood, inmortalizada en "The Big Sleep", vuelve a tener problemas ... La hermana psicótica de Vivian, Carmen, desapareció del sanatorio y la propia Vivian cayó de nuevo en las garras de Eddie Mars, el sombrío personaje del mundo del hampa. Entra Philip Marlowe, el Investigador Privado duro e implacable pero tierno y original. Salvó a los Sternwood una vez, y el mayordomo cree que puede hacerlo de nuevo.

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